EL NACIMIENTO DE UN SUEÑO
Wooldreamers nació tal y como su traducción indica,
de un sueño lanero.
Wooldreamers nació tal y como su traducción indica, de un sueño lanero.
Un sueño de un muchacho, de 33 años para entonces, que llevaba trabajando durante más de la mitad su vida en la profesión y la pasión que su padre le transmitió desde bien pequeñito.
Mi nombre es Ramón y soy ese soñador. Dicen que cuando al final te obsesionas con una cosa, terminas soñando con ella y, en efecto, así pasó.
El sueño comenzó viendo cómo las fibras
naturales, en especial la lana, se iban abriendo paso ante las todopoderosas materias plásticas.
En mis conversaciones con los pastores y
ganaderos de toda la vida se podía apreciar cómo había cambiado su visión de la lana. Ahora mimaban a sus ovejas porque la lana era un bien rentable para ellos.
A su vez, la gente iba concienciándose de que no había mejor manera de luchar contra la contaminación micro-plástica y el cambio climático, que la utilización de materiales100% biodegradables.
Parecía tan real este sueño que en cuanto me desperté me puse a buscar por internet todas las iniciativas que estuvieran velando por el uso de la lana y otras fibras sostenibles.
Había que nutrirse de conocimiento e investigar los puntos a favor que tendrían las fibras naturales para conseguir destronar a las plásticas y artificiales.
A su vez, la gente iba concienciándose de que no había mejor manera de luchar contra la contaminación micro-plástica y el cambio climático, que la utilización de materiales100% biodegradables.
Parecía tan real este sueño que en cuanto me desperté me puse a buscar por internet todas las iniciativas que estuvieran velando por el uso de la lana y otras fibras sostenibles.
Había que nutrirse de conocimiento e investigar los puntos a favor que tendrían las fibras naturales para conseguir destronar a las plásticas y artificiales.
Este sueño desentonaba bastante con una
realidad en la que la lana española, una fibra históricamente fundamental, se trata como residuo ya que aporta una rentabilidad negativa para el ganadero.
Además, ¡la gota que colmó el vaso!, en todos los rincones de venta de hilados, fieltros o aislantes se facilitaba el uso de materiales plásticos o, para más Inri, se usaban lanas de todas las nacionalidades menos de España.
Esto fue el punto de inflexión para empezar a
actuar.
Ramón Cobo, Fundador Wooldreamers.
Llevamos más de 100 años dedicados al mundo de la lana
Hace tres años decidimos trasformar algo ordinario a algo extraordinario