Descripción
Una colección con la que hemos querido hacer honor a su nombre, ya que son auténticamente Manchegos. Tanto los rebaños que aportan la lana como todo el proceso de elaboración del hilo está aquí, en Castilla La Mancha.
Son tan mulliditos y suaves, que te quedarías abrazados a ellos sin necesidad de tejerlos.
Con esta nueva colección de Manchelopis hemos querido realzar las posibilidades que nos ofrece la naturaleza. Hemos realizado mezclas de lana blanca y negra para ofrecer una gama de colores 100% naturales que los hará atemporales.
Por un lado la lana blanca proviene de la Ganadería Las Banderas en la Serranía de Cuenca. Allí, Raúl cuida a sus ovejas manchegas. Practica la transhumancia y cuando llega la época, guía a su rebaño hacia la Sierra de Andujar buscando nuevos pastos.
Por otro lado la lana negra o más bien parda que caracteriza a la lana española, la aporta el amigo José de la Ganadería Jesús Giménez Diezma. Él tiene un rebaño de ovejas manchegas negras, uno de los pocos que quedan. En los Montes de Toledo pastan en libertad y solo se cobijan en la granja cuando necesitan de la protección de José.
Estas dos ganaderías son grandes ejemplos para la conservación de una raza autóctona nacional cuya lana, no siendo merina, veréis que merece mucho la pena por su brillo y suavidad. El apoyo de Wooldreamers no podía faltar y con estos manchelopis les ayudaremos aún más.
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